En la primera etapa pasó poco y nada en el juego. Juventud quiso imponer la iniciativa pero no tuvo mucha gestación, y Santamarina que controló mejor la pelota careció de profundidad. La más clara del Decano fue a partir de una contra que encabezó Ada, quien fue tumbado en el borde del área. 

En el complemento la tónica del partido fue similar, y para colmo de males para el Decano, a los 7′ se le escapa a De León una pelota sencilla y Callejo, de Santamarina, la empujó de cabeza para poner el 1 a 0.

El equipo de Gualeguaychú se comenzó a desesperar, pero a los 3 minutos Papaleo salió lejos a buscar una pelota y le cometió infracción a Prost. El arbitro lo penó con expulsión.

Con uno más Juventud se hizo dueño del partido, aunque de contra pudo haber sufrido el segundo. Fue con mucho empuje y poca claridad, con Max como estandarte, corriendo y metiendo por todos en el momento más complejo del partido. El propio Max generó el empate, a los 32′ se metió en el área, fue tumbado y el árbitro correctamente cobró penal. El especialista Blanco se hizo cargo de la ejecución y la puso en el ángulo para el 1 a 1.

El gol revitalizó al equipo de Macchi. Con mucho desorden pero con corazón el Decano encontró el gol de la victoria; Ramírez recibió afuera del área y sacó un derechazo fenomenal al ángulo derecho del arquero para el desahogo de sí mismo y de todo Gualeguaychú.

Con este 2 a 1 el Juve salió de los puestos de descenso, y cortó una racha de 9 partidos sin triunfos (4 partidos jugando en casa). Todavía queda mucho en la pelea, pero en la tarde de ayer el Juve demostró que está vivo.