Los Museos de la Ciudad hacen un balance del año lectivo
Miles de niños, niñas y adolescentes pasaron éste 2022 por los Museos Casa de Haedo, Azotea de Lapalma y Casa Natal de Fray Mocho. Los guías de cada uno nos comparten sus vivencias
Miles de niños, niñas y adolescentes pasaron éste 2022 por los Museos Casa de Haedo, Azotea de Lapalma y Casa Natal de Fray Mocho. Los guías de cada uno nos comparten sus vivencias
11 de Diciembre 2022 Participación ciudadana
“Haciendo una revisión de todo lo acontecido durante el presente año dentro del museo, son muchos los rostros que vienen a mí memoria, rostros de atención por los relatos de los personajes, de admiración por la longevidad de la casa, de dolor ante la empatía con la joven Isabel Frutos. Lo sorprendente es que los resultados fueron los mismos en cualquiera de las edades…” destaca la Profesora Gema Neirotti, poniendo especial interés en las emociones que movilizaron a lo largo del año estos encuentros en la Azotea de Lapalma.
En tanto, el profesor Silvio Egui, guía de gran experiencia en dicho museo, nos cuenta la dinámica y los objetivos perseguidos y alcanzados a lo largo del año: “En cada visita, se realiza una encuesta oral, donde se indaga que es lo que más les llama la atención en estos lugares. Cada museo tiene preestablecida una temática, generalmente por la historia documentada que posee el lugar, pero la idea no es encasillarnos solo en eso, sino enfocarnos en ese interés para que el estudiante sea proclive a fascinarse en la visita… Los museos en estos tiempos ya no quieren ser oradores del pasado, tanto a los alumnos como al resto de los visitantes, se los hace partícipes de charlas, debates, opiniones, de la escucha, se busca flexibilizar la historia para ser entendida por todos… Queremos que el alumno pueda ir formado opiniones propias, nosotros continuamente volvemos al pasado, pero no desde la melancolía, vamos siempre a rescatar o a buscar algo, para relacionarlo con nuestro presente, para depositar ese sentido de pertenencia, por nuestro lugar, nuestra gente y nuestra cultura.”
La profesora Daniela Pesce, quien se vinculó con las visitas guiadas de manera itinerante, entre la Azotea de Lapalma y la Casa Natal de Fray Mocho, nos relata sus experiencias de la siguiente manera: “Quiero destacar la importancia de considerar a los museos como espacios abiertos e integradores, como escenarios educativos y de aprendizaje, ya que estos fomentan la identidad cultural al poder observar de manera directa nuestro Patrimonio y nuestra historia. Poder ser parte, recorrer, interactuar, despertar la curiosidad, crear una historia alrededor de cada pieza, imaginar personajes... en torno a nuestro acervo cultural plantea una experiencia enriquecedora. Cumpliendo un papel fundamental en el desarrollo personal, la construcción del conocimiento, la promoción del rol social, en conjunto con las sensaciones, percepciones, emociones, recuerdos y conceptos de todo lo que el Museo ofrece, y a la vez, interpela. Conocer estas vivencias de la Escuela en el Museo es clave para que, trabajando en conjunto con otras áreas vinculadas al patrimonio, la historia, la cultura y la educación, se puedan seguir ampliando las experiencias culturales como experiencias de aprendizaje”, concluye la guía.
El Museo Casa Natal de Fray Mocho vivió experiencias innovadoras en el gran desafío de trabajar con los mas pequeños. Compartimos las palabras de la Lic. Marianela Muñoz, quien puso a disposición toda su creatividad, alcanzando los mejores resultados en cada visita. “Las elecciones, así como también, como cada una de nuestras acciones, están atravesadas por los modos de ser y los modos en que hemos aprendido las realidades. El departamento de educación de Museos de la Ciudad, ha tenido en el transcurso de este año, el desafío de mostrar a la comunidad parte de nuestra historia, adecuando, o inadecuando, (desde el arte: que implica conocer las reglas para romperlas), un discurso académico dado arbitrariamente. El diálogo con la comunidad, ha sido fundamental para crear procesos de colaboración, como pudimos demostrarlo en la propuesta Red Postal, en Juegos en el Museo, y otras tantas acciones que llevamos a cabo. Estamos convencidos de que estas experiencias con la comunidad educativa, nos ayudan a ver, a mirar y percibir desde otras perspectivas las realidades de los museos, a construir desde el intercambio y a partir de las experiencias significativas, que son mas transformativas que representativas.”
“Cuando llega la primavera la casa de Haedo se llena de niños y qué mejor podríamos pedir que la alegría que traen los gurises, llenos de preguntas, risas, ganas de jugar y divertirse aprendiendo. Todos rejuvenecemos, la casa, nosotros, los días que se acortan con sus inquietudes! Si algo voy a extrañar dentro de unos meses cuando me jubile será ver esas 30 caritas que desde el piso donde están sentados gritan y ríen y se divierten!” Nos cuenta Raúl Ingold, quien supo como nadie generar un clima de complicidad, magia y diversión, que sin dudas los jóvenes visitantes guardarán por siempre en sus recuerdos, como aquel momento en que relata la historia de San Martín utilizando la réplica de su sable corvo, implementando recursos de teatralidad que el guía maneja con gran experiencia, movilizando así momentos inolvidables.
"Cada uno de nuestros museos y de nuestros guías tienen identidad propia. Dejaron en cada visita lo mejor de su experiencia y conocimientos, sumaron propuestas innovadoras, propiciaron el diálogo y la escucha con los docentes e hicieron de estos espacios de educación no formal un lugar de diálogo, aprendizaje y fortalecimiento de nuestra identidad", concluye la museóloga Natalia Derudi.
Sábado 14 de diciembre - 20 h en Museo Azotea de Lapalma